lunes, 1 de agosto de 2011

AGOSTO: MES DE LA MADRE TIERRA por Griselda Gutierrez


Hablar de la Pachamama, en momentos en que el planeta sufre cada vez más los efectos de la desaparición de bosques, extinción de especies, contaminación del agua, cambio climático, destrucción de diversas formas de vida, etc. ¡se vuelve imperioso! Es cada vez más urgente reflexionar para generar una conciencia común que nos impulse a coordinar acciones para Preservar nuestro Planeta.
El Mundo Andino recuerda y venera cada 1º de Agosto a la Madre Tierra en diferentes regiones de la América Profunda entre ellos Perú, Bolivia, en el noroeste argentino, etc. donde se realizan rituales en los que no faltan como ofrendas entre otras cosas: las comidas, los cigarrillos, las hojas de coca, el vino, el papel picado, la chicha…para alimentarla, como tampoco están ausentes los agradecimientos ni peticiones, todo enmarcado en un contexto de gran respeto, sincera alegría y profunda espiritualidad.

Pasaron más de 500 años y esta creencia continúa vigente, la Pacha sigue siendo la deidad protectora del aire, de la luz, del agua, del fuego, de la vida animal, vegetal y humana, ya sea en los mares, en las montañas, en las pampas, o en las selvas.

Hoy más que nunca creo que la Cultura Andina puede dar más de una respuesta a tantos problemas que trajo consigo la Cultura Occidental:

Mientras que el Hombre Andino mantiene con la tierra una relación de respeto, de cuidado; el Hombre Occidental busca que sea su propiedad para explotarla y obtener beneficios económicos siderales, su afán insaciable por acumular riquezas lo lleva a convertirse en un depredador que saquea la tierra, devastándola sin contemplaciones.

Mientras que el Hombre Andino cuida a la Tierra para las generaciones venideras, el Hombre Occidental la vive en su “aquí y ahora” y no se responsabiliza por lo que le dejará a las próximas generaciones .

Mientras que el Hombre Andino se postra humildemente en la Tierra y considera que él pertenece a ella al igual que la montaña, los animales o las piedras; el Hombre Occidental se posiciona como amo y señor (dominado por la avaricia y soberbia) cambia el clima, agota recursos, envenena, enferma…

Me parece oportuno transcribir un fragmento de un discurso que tal vez sirva para ayudarnos a cambiar el paradigma antropocéntrico, que trajo tanta muerte y destrucción, por un nuevo paradigma centrado en la Tierra y que promueva la Vida:

«Si el siglo XX es reconocido como el siglo de los derechos humanos, individuales, sociales, económicos, políticos y culturales, el siglo XXI será reconocido como el siglo de los derechos de la Madre Tierra, de los animales, de las plantas, de todas las criaturas vivas y de todos los seres, cuyos derechos también deben ser respetados y protegidos» (del discurso que Evo Morales pronunciara en la Asamblea General de la ONU).