Hoy es un día muy importante en la Historia de Jujuy y me avergüenza decir que poco y nada me enseñaron en mis estudios (primarios, secundarios, etc.) que realicé en Buenos Aires. Por aquellos años había una fascinación por la historia antigua, medieval, moderna, contemporánea y casi no se hacía referencia del Éxodo Jujeño, página protagonizada por verdaderos patriotas argentinos. Alguna vez escuché decir que nos enseñaron una historia escrita por hombres de bronce ideales que miraban a lo lejos..., historia sin duda, distante, lejana y con la frialdad de lo perfecto.
Por suerte la vida me llevó a "trajinar la senda de mi maravilloso país", como decía Don Atahualpa Yupanqui; y conocer, vivenciar y reflexionar acerca de la apasionante HISTORIA ESCRITA POR HOMBRES DE MI PATRIA QUE TENÍAN GRANDES SUEÑOS Y NO DESCANSABAN HASTA CONCRETARLOS, tarea nada fácil, cuando la paz era casi un constructo que sólo estaba presente entre lucha y lucha.
El Éxodo Jujeño fue uno de los hechos más significativos no sólo para Argentina sino también para la tan ansiada libertad de Latinoamérica. Fue el inicio de victorias fundamentales del Gral. Manuel Belgrano en Tucumán y Salta.
Fue uno de los sucesos donde más se puso de manifiesto el patriotismo, el coraje y la grandeza de un Pueblo al que se le pide dejar TODO por valores superiores.
El Pueblo jujeño y Ejército del Norte emprendieron la retirada ante la inminente llegada de las fuerzas realistas que venían desde el Alto Perú avasallándolo todo a su paso, favorecidos por su poder y gran equipamiento.
Belgrano decidió poner en práctica la táctica militar de tierra arrasada que consistía en no dejarle NADA al enemigo, retirarse llevándose todo lo posible y quemando e inutilizando lo que no se pudiese transportar, nada debía quedar que pudiera servir al invasor para su reaprovisionamiento: ni casa ni alimentos ni un sólo objeto de utilidad. Todo fue quemado o transportado a lomo de mula, de caballo, de burro… hasta el último grano de la última cosecha.
La medida era extremadamente rigurosa y fue respaldada con la amenaza de fusilar a quienes no cumplieran la orden; la población acató sin coacción la medida a partir de los primeros días de agosto, demorándose algo más los vecinos pudientes, que solicitaron a Belgrano carretas para transportar sus bienes.
Finalmente la retirada comenzó el 23 de agosto de 1812: se arreó el ganado, se prendió fuego a las cosechas para desguarnecer al enemigo y comenzó la marcha.
¡¡¡Qué formidable lección de grandeza de aquella gente, dispuesta a enormes sacrificios en pos de la lucha por la libertad!!!
Yo me pregunto qué respuesta daríamos nosotros si nos pidieran, hoy 23 de agosto de 2011, dejarlo TODO por un ideal tan elevado como es la LIBERTAD, si nos exigieran quemar nuestras pertenencias y seguir a alguien prácticamente con lo puesto ¿seríamos capaces de imitar el gesto de los PATRIOTAS JUJEÑOS que hoy recordamos?