miércoles, 16 de mayo de 2012

EL MALÓN DE LA PAZ por Marcelo Valko


Un día como hoy, hace 66 años, el 15 de mayo de 1946 los 174 kollas del Malón de la Paz se pusieron en movimiento para bajar a Buenos Aires en busca de una justicia elemental. Les cobraban arriendo por sus tierras de siempre, hasta por los cementerios donde estaban enterrados sus ancestros. Algo increible. 

El 3 de agosto de 1946 la caravana de los kollas después de caminar 2000 kilómetros durante 81 días llegaba a la Capital Federal. Pedían por sus tierras de siempre usurpadas por los latifundistas republicanos que habían reemplazados a los antiguos encomenderos de la Colonia. El pueblo los recibió con los brazos abiertos, a su paso les tiraron flores, dos kollas subieron al balcón de la Casa Rosada ante una Plaza de Mayo colmada. 

Fueron recibidos con honores aunque luego, todos los kollas acabaron secuestrados, por cientos de soldados de la marina de guerra y hasta una brigada de lanza gases de la Policía Federal, “envagonados” en un tren de carga y arrojados a Abra Pampa. Para dar por concluido el episodio, un diputado nacional por Jujuy llamado Teodoro Saravia, a los gritos y golpeando su banca del congreso aseguró que “en Jujuy no existen los indios ni los kollas”. Todo lo que afirmo, lo probé con amplitud en el libro Los indios invisibles del Malón de la Paz, quizas por eso las comunidades, enterraron dos ejemplares para que la Pachamama le ayude al texto a contar la verdad. 

Durante el Malón de la Paz, fue la primera vez que los negados, los invisibles, los nadas de una Patria que declaró su independencia en castellano, aymará, quechua y guaraní, salieron a la luz de la Nación para reclamos por sus justas reivindicaciones. 

Hoy, muchos de los dirigentes indigenas, 
son hijos o nietos de aquellos maloneros, 
lo que prueba que la lucha sigue, 
la esperanza continua y los sueños por una Patria justa, inclusiva y fraterna 
están ansiosos por consumarse.