Punta Querandí, un espacio ubicado en la localidad de Dique Luján, en el partido de Tigre, pretende convertirse en un lugar para la enseñanza de la cultura de los pueblos originarios, más allá de lo que dicen los manuales. El predio, donde existieron un cementerio y un sitio sagrado de la comunidad querandí, es defendido por organizaciones indígenas y sociales ante el avance de megemprendimientos de barrios privados. También buscan vincular a la sociedad con la preexistencia indígena en la provincia de Buenos Aires.
Allí, las piezas de un pasado milenario son un disparador para trabajar dentro del aula. Hoy a las 15 habrá allí una jornada educativa destinada a docentes de todos los niveles para acercar la temática de los pueblos originarios a los chicos. El encuentro será el puntapié inicial para elaborar la propuesta de Punta Querandí como recurso didáctico en las escuelas bonaerenses.
El sitio, en el paraje de Punta Canal, pretende ser un túnel del tiempo por el que docentes y las escuelas puedan visitar parte del pasado de las comunidades aborígenes que se asentaron en el territorio bonaerense. Incluso, los docentes que conocieron el lugar quieren que Punta Querandí forme parte de los contenidos curriculares en la escuela primaria y en la secundaria para afianzar el arraigo y sentido de pertenencia de la población. “Podemos empezar a hablar de pueblos cercanos a nuestra realidad barrial. En los libros hay mucho contenido de mayas, aztecas e incas, pero poco del actual territorio argentino. Conocer Punta Querandí y llevarlo al aula es conocer mejor nuestra realidad”, contó Lucía Surbán, profesora de Historia de la Escuela Técnica Nº 2 de Garín.
La jornada educativa tiene como propósito esbozar una plan de estudio que incluya la temática de las comunidades aborígenes. El encuentro pretende poner en escena “la historia oculta y negada de los pueblos originarios de Buenos Aires”. En ese sentido, Punta Canal es una oportunidad para “relacionar pasado y presente. No hay querandíes, pero sí problemáticas de pueblos originarios”, contó Alejandra Gette, docente en escuelas locales.
La propuesta de trabajo partió de un grupo de profesores de la zona. El año pasado, docentes y directivos hicieron visitas con alumnos y llevaron la problemática a las aulas. El resultado fue alentador: a los chicos les generó curiosidad la existencia de restos arqueológicos y por su propia identidad: incluso, buscaron orígenes indígenas en familiares.
Organizaciones indígenas y sociales realizan desde febrero del año pasado un acampe en el lugar para reclamar que Punta Querandí no sea destruido por las obras de urbanización. Es que ese espacio pretendía ser anexado al Complejo Villa Nueva, desarrollado por la empresa Eidico. Hubo recomendaciones de la Defensoría del Pueblo, que exhortó a los municipios de Tigre y Escobar a proteger los sitios arqueológicos y a garantizar el acceso público a ese sitio. El organismo también sacó un dictamen que “exhorta a que no se habilite ningún emprendimiento inmobiliario privado sobre humedales” sino sólo aquellos que tengan “interés social y público”.
Publicado en Diario Página 12, martes 5 de marzo de 201
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